Hace 5 mil años las primeras culturas y en todos los continentes se construían casas a base de ladrillos pegados por medio de mortero.
Se comenta mucho en los medios electrónicos sobre el costo de la electricidad y del costo excesivo sin embargo nadie ha desarrollado un sistema adecuado para construir casas con eficiencia térmica. Si no tomamos en cuenta este factor el gasto de la electricidad en un tiempo de 30 años nos puede costar hasta 2 veces el costo de la construcción.
Las instituciones gubernamentales, quienes deberían promover e impulsar el desarrollo tecnológico para construir viviendas con un costo que alcance las posibilidades económicas del 90% de la población, se empeñan en impulsar sistemas constructivos primitivos, sin eficiencia térmica, antiecológicas, peligrosas, de mala calidad, indigna y a un costo que más de la mitad de la población nunca podrá comprar. Para resolver el problema de la vivienda México tendría que gastar cerca de 250 mil millones de dólares, cantidad superior a toda la deuda externa mexicana, pues en la actualidad tenemos un rezago de 10 millones de viviendas y 400 mil adicionales cada año. Sólo en Tabasco tenemos un rezago de 200 mil viviendas y 8 mil adicionales cada año. Además, las políticas de basar la construcción en el uso intensivo de mano de obra no calificada estanca al país en el subdesarrollo porque todas las personas que se utilizan en este sector podrían ser mucho más productivas y percibir mejores ingresos si se dedicaran a otra actividad como la agricultura o la maquila, importamos frijol de Estados Unidos y juguetes de plástico de China, productos que se podrías hacer en México.
Una casa-habitación de $300,000 tiene un área de construcción de 55 m2, o sea dos cuartos de 3 por 4 metros, una sala de 4 por 5 metros, un baño para toda la casa y una cocina de 2 por 3 metros. Una casa con estas dimensiones no es una casa digna ni cumple los requisitos mínimos para el desarrollo familiar y una casa con dimensiones menores que 55 m2 no es una casa para seres humanos. Con el sistema génesis, por el mismo precio se puede construir una casa de 100 m2 con recámaras, sala y baños mucho más amplios y confortable.
Por desgracia, las instituciones de gobierno y las compañías constructoras de fraccionamientos están metidos dentro de un proceso completamente comercial, pero sin una visión de querer resolver el problema de la vivienda. Los gobiernos municipales, estatales y federales, quienes deberían ser los primeros en impulsar el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnología son los primeros en oponerse.
En la actualidad todos los sistemas predominantes de sistemas de losas, para edificios o casas-habitación, ya sea para entrepisos o azoteas, se basan principalmente en el uso intensivo de concreto, acero de refuerzo y mano de obra. El procedimiento constructivo consiste en cimbrar con elementos de madera principalmente, habilitar el acero de refuerzo, colar el concreto en el lugar, esperar a que fragüe el concreto y descimbrar. Además las losas de concreto no cumplen con los requerimientos de eficiencia térmica, ya que para climas calurosos o fríos el concreto no ofrece ninguna protección. Otra de las desventajas del sistema tradicional de construcción de losas de concreto es su considerable peso propio, lo que ocasiona que todo el gasto de la cimentación sea para soportar el peso de los elementos de concreto. En zonas de riesgo sísmico la solución con el sistema tradicional es contraproducente porque la fuerza sísmica es proporcional al peso de la estructura.
Los sistemas de muros, para edificios o casas-habitación, ya sea para interiores o exteriores, se basan principalmente en el uso exclusivo de mampostería de block de cemento y arena o ladrillos de barro recocido y mano de obra artesanal. El procedimiento constructivo tradicional consiste en pegar pieza por pieza de mampostería hasta lograr el tamaño deseado, posteriormente se habilitan el acero de refuerzo de los castillos, se cimbra, se cuela el concreto y al día siguiente se retira la cimbra. Además los muros de concreto no cumplen con los requerimientos de eficiencia térmica, ya que para climas calurosos o fríos el concreto no ofrece ninguna protección. Una casa en Tabasco con dos climas y sin aislante térmico tendrá un consumo adicional de $1,000 por mes los que implica que en la vida útil de 30 años de la vivienda se consumirán $360,000 en electricidad que es dos veces el valor de la casa. Otra de las desventajas del sistema tradicional de construcción de muros de mampostería es su considerable peso propio, lo que ocasiona que todo el gasto de la cimentación sea para soportar el peso de los elementos de concreto y de mampostería. En zonas de riesgo sísmico esta solución es contraproducente porque la fuerza sísmica es proporcional al peso de la estructura.
Con el propósito de mejorar todos los inconvenientes del sistema tradicional de losas de concreto y de muros de mampostería, se pensó en el desarrollo del muro y losa que aquí describo, basado en acero estructural, materiales sintéticos, malla de metal y mortero, que permite bajar costos y tiempo de ejecución, mejorar la eficiencia térmica, disminuir el riesgo sísmico, tener más libertad para la mejora de los espacios arquitectónicos y ser un producto para la aplicación en la industria de la construcción. Por ahora, la fabricación de los elementos Génesis se fabrican con herramientas y métodos un poco rudimentarios logrando un ahorra de 40%, pero si recibiera ayuda gubernamental o de algún inversionista que esté interesado en esta tecnología, e industrializáramos todas las etapas de fabricación el ahorro podría ser de hasta un 50%.